Es la capacidad que se posee para realizar actividades de cualquier índole, desde físicas hasta mentales o intelectuales, cognitivas y abarca procesos como características emocionales y de personalidad (del latín aptus capaz para).
La aptitud representa la capacidad para realizar algo, ya sean actividades intelectuales, como raciocinio o memorización, o físicas como destreza, resistencia, fuerza, etc.
La aptitud también integra características emocionales y de personalidad, por ejemplo, una persona con bajo nivel de autoestima y poca personalidad es considerada no apta para realizar trabajos que impliquen liderazgo y motivación grupal.
El término aptitud comporta muy diversas acepciones, desde la capacidad para hacer algo, pasando por la capacidad de llegar a ser algo, junto con otras potencialidades y capacidades de acción que integran la personalidad.
Las aptitudes, por tanto, hacen referencia a una predisposición personal hacia determinados campos y están sujetas a evolución en el individuo.
Las aptitudes están determinadas en cada persona de forma innata pero, también, se puede producir un desarrollo de las mismas como consecuencia de ello.